Es el momento, sí, es el momento de dejarlo todo: los
problemas, las alegrías, los planes, las decepciones, las tareas, las promesas,
los proyectos... TODO y evadirme a otro lugar, uno tranquilo en el que yo elijo
y en el que puedo respirar, suspirar, gritar, sonreir, bromear...
Ese lugar tan especial, que puede convertirse en un lugar
superpoblado o en un lugar solitario a mi merced, en el que pueden pasar cosas
espantosas o increíbles, en el que estará quien me apetezca y no quien
aparezca, en el que todo sale como yo quiero y como a mi me apetece. ¿me
apetece que salga mal? Todo saldrá mal allí y así aprenderé... ¿me apetece que
todo sea perfecto? Pues todo será perfecto (mi concepto de la perfección lo
dejo aquí)
Un lugar donde entrenarme para los malos momentos y donde
aprender a disfrutar de los buenos... Un lugar demasiado agradable, por lo que
tengo que controlar que mis visitas no sean muy frecuentes para no perderme
dentro de mí.... Ese lugar, MI IMAGINACIÓN.
¿Me acompañas? Pero ten cuidado, mi lugar no es el tuyo y
tal vez lo que yo proyecte no sea de tu agrado... Creo que es mejor que entres
en el tuyo, despacio, sin prisa, con pausa...... Con conciencia.